Domingo

Qué domingo atípico. Después de muchos intentos frustrados, pude hacer un plan. Isla Jordàn... no suena atractivo (menos para quienes la conozcan), pero realmente fue un lindo plan.... el agua sumamente contaminada, pero no asì las ganas de salir al sol. Ni tampoco el agua del mate, por màs lavado.... ese mate que muchos cipoleños acordamos en llamar "la isla jordàn" cuando està hiper lavado... paradòjico, no? Tampoco así la charla que se bambolea entre temas extraña pero entretenidamente diversos.

Todo era atìpico, pero genial. Charlas de amigas en las que se llega a conclusiones asombrosas, que una anota mentalmente para tener en cuenta, pero es inevitable... se ve que quedan en la memoria temporal y se esfuman.

Sin embargo quedan esas huellas de cosas que una escucha, de cosas que te cuentan tus amigas, que las sentìs propias y a veces decìs "taaal cuaaall, a mi me pasò/pasa lo mismo". Esas huellas se hacen pesadas cuando llega el momento reflexivo del Domingo. Parece que al 7mo dìa no le alcanza con ser deprimente, con enviar una fuerza sobrenatural que instiga y obliga a las radios locales a poner mùsica que cale hondo... mùsica que ayude a querer cortarse las venas de una buena vez o a extrañar el maldito lunes.

Tampoco le alcanza al domingo con ser él último, se ve que eso le baja la autoestima y de venganza, te la clava por la espalda haciéndote acordar que se terminó el finde. Es como si te mostrara un cartel que dijera "Leru leruuuuu mañana es luuuuneeessssss" sacando la lengua. Y uno hace lo imposible para que no llegue la noche del domingo, pero llega y tiene un efecto analítico, reflexivo. En mi caso, la reflexión no suele ser positiva, viene seguida de un ataque impulsivo por hacer lo que no debo ni corresponde hacer. Y las ganas del domingo no son las del viernes, por eso ni ganas de contenerme. Y ahí está... en un abrir y cerrar de ojos, me doy cuenta que seguì el impulso enceguecida... como quien no quiere la cosa me doy cuenta cuando ya pasò y digo  LA PUTAAA MADREEEE QUE TARADA!!! Pero ya està.

El domingo no se conforma. Y yo creo que el domingo nos odia tanto como lo odiamos a él y por eso nos trata mal y hace lo imposible por robarnos la racionalidad... Y me persigo y me culpo por no tener seguidores en mi blog y por hacerme la cabeza por tantas otras cosas. Que no es una boludes! el domingo se encarga con empeño de hacermelo saber... porque implica que estoy pasando por arriba mi autoliberaciòn y eso no està nada bien.

Sí, ya sé, le estoy echando la culpa al domingo... pero la que siguió el impulso fuí yo... y bue, "mañana será un nuevo día"