domingo, 24 de abril de 2011

Ansiando el nido vacío

A los 25 casi 26 es totalmente alterante vivir con tu familia. Mi viejo tiene la puta costumbre de ver que nos sentamos a comer y llamar por teléfono a mis abuelos, no sólo grita muy molestamente, sino que camina por alrededor de la mesa y además se ofende si empezamos a comer sin él. Mis hermanos son intolerantes e intolerables. Hoy domingo vieron 5 partidos, sí, 5. Con el home theatre y el tele con el volúmen alto, o sea los dos volúmenes en suma, cada uno en un tele distinto. Yo insistí con que lo bajaran porque estaba estudiando... no hubo caso, sólo insultos. Al rato me puse a escuchar 1 canción, sólo 1 en la compu con el volúmen moderado y se dieron el tupé de pedirme que lo baje... y así todos los días. Cuando llego a casa y no hay nadie soy tan feliz. No es que no los quiera, pero cansa convivir con 4 personas, intentando compartir el ritmo y soportar el fanatismo bostero. Ya falta poco para la ansiada soledad, seguramente en ese momento los voy a extrañar y voy a querer compañía, al fin y al cabo uno siempre quiere lo que no tiene. Ahora quiero, cenar a las 3 de la mañana, trasnochar, dormir hasta tarde, bañarme sin tener que pelear por el agua caliente, poner el calefactor a la temperatura que a mí se me cante, tener que lavar sólo los platos que yo ensucie y con todo el preambulo que yo quiera... etc, etc, etc

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